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La difícil liquidación de Interbolsa

Imagen superintendente

Fotografía por: Supersociedades



 

Por: Luis Guillermo Vélez Cabrera

Superintendente de Sociedades

Publicado en El Colombiano


21 mayo de 2014

La semana pasada se llevó a cabo en Medellín un foro internacional llamado “De Enron a Interbolsa”. Como plato fuerte del mismo se invitó al señor Frank Savage, miembro de junta directiva de Enron en 2001 y quien actualmente es miembro de la junta de Bloomberg y de la universidad de Johns Hopkins.

El señor Savage, tras escuchar los pormenores del escándalo de Interbolsa, felicitó públicamente a las autoridades colombianas, en particular a la Superintendencia de Sociedades, por la labor diligente en manejo de una crisis financiera potencialmente sistémica y por las labores que vienen adelantando en la recuperación de activos.

Resulta comprensible que algunos de los afectados en este colapso exijan rapidez en las actuaciones de las autoridades. De hecho, de los nueve billones de pesos administrados por la compañía se encuentra en riesgo aproximadamente el 8% de los mismos.

Intentar minimizar la gestión de las entidades públicas argumentando que los dineros recuperados estaban en el llamado balance fiduciario de la compañía, es desconocer que en realidad muchos de los dineros siniestrados estaban precisamente en carteras colectivas y fondos que fueron asaltados inescrupulosamente por los responsables de la debacle.

Además, es necesario resaltar que dos de las estructuras más complejas se encuentran en paraísos fiscales extranjeros, Curazao y Luxemburgo, jurisdicciones que se precian de su opacidad y hermetismo.

Si se compara la gestión de recuperación en el caso Interbolsa con colapsos similares en otras latitudes, queda claro que la labor de las autoridades colombianas en este caso ha sido ejemplar.

En Madoff se estima una recuperación del 34%, cinco años después de los hechos, y fue hasta 2013 que se condenaron a los cómplices del financista. En Stanford, un fraude de nueve millardos de dólares se ha recuperado un pírrico 1% en seis años. Y Jordan Belfort, el célebre Lobo de Wall Street, defraudó a centenares de inversionistas por 200 millones de dólares y la recuperación, diez años después, ha sido menos del 5%.

Hace poco la revista del New York Times se preguntaba en la carátula por qué solo uno de los miles de banqueros responsables de la crisis financiera de 2008 estaba en prisión, ¿dónde están los demás?

Los liquidadores en el caso de Interbolsa han trabajado diligentemente en la recuperación de los activos, el paso más importante en una insolvencia. Se apuntaló Fabricato, se recuperaron las acciones de Easyfly, se salvó Millonarios y se vendieron activos frágiles como Acercasa e IB Panamá. Se embargaron las fincas, casas, yates, apartamentos y empresas de los responsables. Se ha colaborado activamente con la Fiscalía en el procesamiento penal de los implicados. Se adelantan acuerdos de cooperación con las autoridades de Luxemburgo y Curazao para coordinar las entregas de los dineros.

Entendemos la frustración de los inversionistas, pero les pedimos que comprendan complejidad jurídica y práctica de estos procesos, sobre todo cuando son transfronterizos. Sabemos que miles de personas han visto esfumados sus sueños, pero créanos: hacer más en tan poco tiempo hubiera sido francamente imposible.