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Ideas y acciones para la recuperación empresarial y la generación de empleo

Supersociedades

Fotografía por: Supersociedades



Por Juan Pablo Liévano Vegalara 

Recuperar las empresas y el empleo es un compromiso de todos. Los esfuerzos deben llevarse a cabo bajo la premisa "todos ponen", como en el famoso juego de la pirinola.  De hecho, la economía es un círculo virtuoso en el que todo fluye y si existen restricciones en la oferta o la demanda, en la forma de cierres, mayores costos de transacción, restricciones al crédito y menor consumo, inversión privada y gasto público, no tendremos la recuperación esperada con un crecimiento del PIB superior al 5% en 2021. Por esto, deberíamos pensar en ideas y acciones para la reactivación empresarial, la generación de empleo y la obtención de un sólido crecimiento económico en 2021, como las siguientes. 

En primer lugar, debemos continuar con el plan de vacunación y la reactivación económica responsable, evitando cierres y atendiendo los lineamientos de bioseguridad de la nueva normalidad, para recuperar el consumo y los ingresos de las empresas, como eje de generación de valor, riqueza y empleo.

En segundo lugar, la crisis empresarial entre deudores y acreedores debe superarse, preferiblemente, con arreglos directos y extrajudiciales, pensando más en la empresa y sus beneficios económicos y sociales y menos en posturas individuales. 

En tercer lugar, se necesita aumentar y fomentar el consumo de los hogares, lo que ayudará a generar una mejor dinámica económica y restablecer las empresas y el empleo. 

En cuarto lugar, hay que priorizar y fomentar el sector de la construcción y las obras públicas, debido al gran impacto que tiene en la economía y a su alta generación de empleo. 

En quinto lugar, debemos tener más y mejores instrumentos financieros para las empresas, lo cual implica contar con facilidades a largo plazo de refinanciación de deudas existentes, créditos nuevos de capital de trabajo e inversión en activos fijos y créditos a los asociados para capitalizar sociedades, así como la creación de un marco institucional más flexible para la inversión, a través de bonos y acciones, mediante el acceso al mercado público de manera más sencilla y menos costosa para las empresas y los inversionistas. 

En sexto lugar, es necesaria la creación de beneficios fiscales para el fortalecimiento patrimonial de las sociedades, lo cual se podría hacer estableciendo una deducción por la inversión en activos, la capitalización de acreencias y/o la realización de aportes con recursos frescos. 

En séptimo lugar, una reforma laboral que permita disminuir el desempleo a través de la flexibilización laboral y la reducción de costos de contratación sería muy útil, en tanto implicaría una mayor generación de empleo formal. 

Finalmente, se requiere una modificación al régimen general de sociedades que permita mejorar y optimizar las instituciones jurídicas societarias para la toma de decisiones de los administradores y la protección de los inversionistas minoritarios, para contribuir a la generación de más empresas y más empleo y más sociedades competitivas, productivas, y perdurables. No cabe duda de que todo el esfuerzo del Gobierno nacional y las ayudas brindadas a las empresas han sido efectivas para reducir el impacto de la crisis del Covid-19. Ahora, en el segundo tiempo, todos los actores de la economía, es decir, el Estado, los empresarios, los consumidores, los acreedores, los inversionistas y los trabajadores, debemos aunar esfuerzos para lograr el crecimiento esperado de la economía y la recuperación definitiva de las empresas y el empleo.

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